El BOJ desea que los mercados estén preparados para una transición política, pero no tan rápidamente
La reunión de política monetaria de la próxima semana será una prueba de comunicación crucial para el jefe del banco central japonés. Durante la reunión, se le pedirá que mantenga la posibilidad de poner fin a las tasas de interés negativas y al mismo tiempo sofoque el entusiasmo de que tal medida sea inminente.

El gobernador Kazuo Ueda del Banco de Japón ya ha sorprendido a los mercados dos veces en menos de un año con comentarios sobre el futuro de la política. El ejemplo más reciente ocurrió la semana pasada, cuando los rendimientos de los bonos y el yen se dispararon ante las anticipaciones de un cambio de tasas a corto plazo.
Han pasado más de dieciséis años desde la última subida de tipos de interés en Japón y, en ese tiempo, los mercados financieros se han vuelto extremadamente sensibles a cualquier indicio de que las condiciones monetarias ultralaxas puedan estar terminando. Como resultado, el Banco de Japón (BOJ) enfrenta desafíos a la hora de señalar cambios a los mercados sin incitar picos desestabilizadores en los rendimientos de los bonos.
Sin embargo, a medida que se fortalece el argumento económico para abandonar la política acomodaticia, el BOJ está más preocupado que nunca por evitar sorpresas en el mercado, según tres fuentes con conocimiento de su pensamiento. A diferencia de su predecesor, que provocó perturbaciones en el mercado mediante cambios repentinos de política, Ueda intentará dar indicaciones de antemano.
Una de las fuentes expresó la opinión de que sorprender a los mercados no es una idea inteligente, particularmente en un momento en que los bancos centrales están reduciendo los estímulos. Otra fuente coincidió con esta evaluación.
Esto aumenta la importancia de los comentarios de Ueda en su conferencia de prensa después de la reunión de dos días del BOJ que concluyó el martes, durante la cual se observó que la junta había hecho ajustes mínimos a su política ultralaxa.
Una encuesta de Reuters entre economistas en noviembre reveló que más del 80% anticipa que el BOJ terminará su política de tasas negativas dentro del año siguiente, y la mitad de ellos son pesimistas de que esto ocurrirá en abril. Algunos creen que es posible una transición política en enero.
Es un delicado acto de equilibrio para Ueda. Después de haber permitido que la inflación supere su objetivo del 2% durante más de un año, el BOJ desea mantener la anticipación del mercado sobre un cambio en el futuro cercano.
Sin embargo, el BOJ también debe abstenerse de utilizar lenguaje explícito o señales que lo vinculen a un momento particular, lo que requiere mantener cierta ambigüedad en sus comunicaciones.
Según las fuentes, la estrategia actual del BOJ es enfatizar los requisitos previos para una salida y retrasar el anuncio previo del calendario previsto.
Ciertos analistas afirman que debido al delicado desafío de comunicarse sin comprometerse, Ueda puede proporcionar una variedad de declaraciones ambiguas que son susceptibles a malas interpretaciones y a una volatilidad no deseada del mercado.
Según las fuentes, un método de comunicación más transparente sería modificar o abandonar una orientación moderada sobre políticas que se comprometan a aumentar el estímulo según sea necesario; sin embargo, muchos miembros del BOJ descartan esta opción debido a la imprevisibilidad de las perspectivas económicas.
Otro impedimento para la comunicación del BOJ es la incongruencia entre su inclinación política moderada y sus pronósticos de inflación agresivos, que indican que la tasa se mantendrá cerca del 2% hasta principios de 2026.
Ueda, que atribuyó el exceso de inflación a presiones de costos, ha enfatizado la importancia de retrasar la normalización de las políticas hasta que la inflación sea impulsada principalmente por la demanda interna y un mayor crecimiento salarial.
Sin embargo, el gobernador reconoció que esto era difícil de promover y afirmó ante el parlamento la semana pasada que era "difícil dar una explicación convincente de todo".
Los errores en los mensajes no sólo contribuyen a la volatilidad del mercado sino que también erosionan la eficacia de la comunicación del banco central, que es un componente crítico del proceso de transmisión de políticas.
Naomi Muguruma, economista senior de mercado de Mitsubishi UFJ Morgan Stanley Securities, tiene la intención de analizar la evaluación de Ueda sobre el progreso del escrutinio de las perspectivas de precios del BOJ.
"La clave es hasta qué punto intentará el BOJ señalar la posibilidad de un cambio de política en enero", según ella. "En cualquier caso, los mercados probablemente seguirán volátiles dado el riesgo de que los comentarios de Ueda vuelvan a ser sacados de contexto".
¡Reembolso de bonificación para ayudar a los inversores a crecer en el mundo del trading!